Así no lo crea, asegurar la vida, el patrimonio y la        salud tiene sus ventajas.
       Todo es asegurable: carros, casas, mascotas y hasta        algunas partes del cuerpo. De los personajes más excéntricos como la        cantante y actriz Jennifer López se dice que tiene avaluado su trasero en        seis millones de dólares y que el rostro del futbolista David Beckham vale        más que sus piernas. Guitarristas como Keith Richards protegen sus dedos y        deportistas como Ronaldo y Zinedine Zidane tienen sus piernas aseguradas        por 40 millones de dólares. 
              Pero usted, ¿ha pensado qué tiene asegurado? Tal vez el        carro, la casa o los estudios de sus hijos. Si esa es la respuesta,        corresponde al grupo de colombianos que antepone los bienes a la calidad        de vida, que son mayoría. 
              Juan Carlos Vega, ejecutivo de Gestión Humana de        Suramericana, sostiene que "es un mercado inverso al europeo, a pesar de        que ha mejorado un poco la cultura de asegurarse, gracias a las campañas        que promueven su venta en supermercados, bancos y al interior de las        empresas". 
              POCA CULTURA 
Según estadísticas del        2004, en Latinoamérica y el Caribe, el mercado alcanzaba el 2 por ciento,        mientras que en Europa llegaba al 36 por ciento. 35 por ciento en Brasil,        26 por ciento en México y 5 por ciento en Colombia. 
              Precisamente, en el país el mayor mercado lo tienen los        seguros de daños, que alcanzan el 49 por ciento, le siguen los de        personas, 27 por ciento; la seguridad social, 17, y el obligatorio, 7 por        ciento. 
              El 32 por ciento corresponde a seguros patrimoniales y el        18 por ciento a automóviles. "Lo que sucede es que muchas personas        adquieren un seguro de vida casi por obligación, al pedir un crédito o al        tomar una póliza de vida en la compañía", afirma Vega. 
              Y es que son pocos los que piensan que el seguro de vida        es una necesidad, "la mayoría de personas se fija solo en lo tangible y no        se preocupa por una incapacidad, una enfermedad o un ahorro programado        para el futuro", agrega Jorge Andrés Mejía, gerente de sucursal de        Suramericana. 
              En eso coincide Mauricio García, presidente de Liberty        Seguros, quien añade que si un miembro de la familia falta, esta no puede        mantener un ingreso mensual como cuando todo está bien. "Si se tiene un        seguro de pensiones, el valor de una mesada es de 45 a 50 por ciento.        Entonces, ¿de dónde sale el resto del dinero? A las personas jóvenes no        les preocupa morir, pero, la pregunta es: ¿qué pasa si se incapacitan        total y permanentemente y no pueden volver a producir?", concluye. En        cualquier caso, la vida y la salud deben ser la prioridad, antes que el        carro o la casa. Contrario a lo que se cree, hay planes diseñados para        todos los bolsillos. Así que asegúrese.
       LO QUE CUBRE LA        PÓLIZA
       AMPARO. Desde el primer día, un seguro        de vida cubre la muerte por cualquier causa. Además de de incapacidad        total y permanente, gastos médicos por enfermedades graves, por accidente        y renta diaria por hospitalización, uno de los problemas más costosos.
              Basta con hacer cuentas: una habitación individual en una        clínica promedio cuesta alrededor de 240 mil pesos y un día en la UCI,        entre 400 mil y 800 mil pesos, un valor que pocos pueden pagar ante una        enfermedad repentina. 
              Los valores asegurados son un básico mínimo de 15 mil        dólares y máximo de 300 mil. 
              Las tasas para las primas de protección del amparo básico        están calculadas según la edad del asegurado en la fecha de solicitud y        las condiciones de asegurabilidad, que se aplica al valor inicial        contratado en la póliza. No cubre suicidio hasta que no hayan pasado dos        años ni incapacidades por competencias.
       Hogares a prueba de todos los        daños
       Los seguros contra daños materiales y catástrofes fueron        los primeros en crearse en todo el mundo. La vivienda es patrimonio que se        debe proteger y a pesar de su antigüedad, en esta área también es poca la        cultura que que se tiene sobre los seguros. "Hay quienes consideran que        con el vigilante es suficiente para tener garantizada la protección de sus        bienes", dice Luis Jorge Forero, del BBVA. 
              Y no es así, solo una póliza para el hogar asegura la        vivienda en caso de que la casa sea afectada por un fenómeno natural, así        como en situaciones de incendio, impacto de rayos, daños por explosiones        de estufas, ollas a presión, calentadores, huracanes, granizo, daños por        agua, arrendamiento dejado de percibir, robos, actos malintencionados como        huelgas; rotura de vidrios y tuberías, así como terrorismo, caída de        objetos del aire, golpes de carros contra la fachada. Una casa se asegura        al ciento por ciento.
              No se necesita mucho dinero para hacerlo, todo depende de        lo que se quiera. Pero en materia de seguros hay planes que cuestan desde        1.300 pesos diarios, por 20 millones de pesos. 
              "Los propietarios deben tener en cuenta que ley 665 de        copropiedades obliga a asegurar las áreas comunes contra incendio o        terremoto", recomienda. 
              Antes de adquirir uno, es importante saber qué cubre y        hacer un balance de cuáles son las necesidades. Para eso, lo ideal es        consultar varios asesores o corredores de seguros.
       La vida, el patrimonio más        importante
       Proteger a la familia en caso de muerte es una        responsabilidad, para no dejarla desamparada, asegura Luis Jorge Forero,        director del área técnica de seguros del BBVA. 
              Sin embargo, a la hora de escoger un seguro es importante        fijarse en lo que ofrece, pues algunos no cubren las verdaderas        necesidades. Es distinta una póliza de grupo o colectiva de una        individual. Para empezar, la primera está sujeta a la permanencia en una        empresa. 
              Por otro lado, en la actualidad son pocos los jóvenes que        tienen conciencia de que un seguro de vida no es solo para la esposa, ni        para los hijos, sino que se puede utilizar en vida. Eso sin contar con        que, según Jorge Andrés Mejía, el promedio de edad de muerte accidental y        de incapacidad está en los 35 años. Y en esas edades no resulta muy        costoso asegurarse. "Es más fácil hacerlo joven y aliviado que viejo y        enfermo", añade. 
              Si se analizan las tablas de costos, el gasto resulta        similar al dinero que, por ejemplo, se invierte en ir mensualmente a la        peluquería o en un plan para estudiantes de teléfono celular, que puede        estar alrededor de 800 mil pesos al año. "La mayoría de la gente tiene la        cultura de dar dinero y obtener algo, eso no parece suceder con los        seguros de vida. A diferencia de los exequiales. Pero debería convertirse        en un producto de la canasta familiar", afirma.
       Medicina prepagada, una        necesidad
       Aparte del POS (Plan Obligatorio de Salud), la medicina        prepagada es una buena opción para protegerse. Gladys de Saldarriaga,        asesora de seguros y gerente de Tascón Saldarriaga y Compañía, dice que la        ventaja es que tiene el ciento por ciento de cubrimiento, tanto en        hospitalización y cirugía, así como en consulta y exámenes de diagnóstico,        siempre y cuando al tomar el contrato no haya preexistencias, que se        excluyen. "Por eso es importante asegurarse sano". 
              Una póliza cubre hospitalización y cirugía, con la        ventaja de que el asegurado puede ir al médico y a la clínica que desee,        aunque tiene sus topes. Se puede comprar en dólares y con cubrimiento        internacional. Es ideal para los viajeros frecuentes. 
              En ese caso, se tiene derecho a los mejores servicios con        la más alta tecnología médica, a trasplante de órganos, consultas de        segunda opinión médica, cobertura del sida y de fenómenos catastróficos y        enfermedades genéticas.