Economía circular, la llave del futuro
La economía del futuro, o será circular, o no será. Las limitaciones de nuestro planeta así lo exigen. El reto no está en llegar, que se llegará, sino en no destrozar el planeta por el camino.
Hay una frase de Derek Curtis Bok, ex-Presidente de la Universidad de Harvard, que se hizo muy famosa: "Si cree usted que la educación es cara, pruebe con la ignorancia." Algo parecido podríamos decir con la sostenibilidad medioambiental.
El problema reside en quien paga cada cosa y cuando. Si la citada ignorancia la pagarán tus hijos, la "ignorancia medioambiental" la empezarán a pagar los hijos de otros, seguramente en países más pobres, y quizá les llegue a tus nietos, si llega… Y seguro que no es para tanto. Eso es lo que piensan aquellos a los que la sostenibilidad medioambiental les parece un slogan publicitario.
Para una sociedad o una empresa corta de miras, algunas de las medidas para lograr una mayor sostenibilidad de sus actividades, simplemente son un gasto. No le van a dar beneficios en el próximo año fiscal, y eso es lo único que ven.
Sin embargo, la economía circular también ofrece beneficios aquí y ahora. Incluso esas sociedades y empresas miopes, pueden ver sus beneficios inmediatos y tangibles. Y si puedes convencerlas a ellas, el resto es sencillo.
Para una sociedad o una empresa corta de miras, algunas de las medidas para lograr una mayor sostenibilidad de sus actividades, simplemente son un gasto
Simplificando el concepto de economía circular, consiste básicamente en utilizar más eficazmente los recursos, y los beneficios inmediatos son claros: cuantos menos recursos uses, menos te costarán. Y de paso, reduces las emisiones de gases de efecto invernadero, reduces residuos, contaminación y otros muchos efectos indeseados.
Reducir es una de las palabras clave y, en la mayoría de las ocasiones, esto se puede conseguir simplificando. Si consigues mantener el nivel del servicio que ofreces, pero con una herramienta más simple, tu eficiencia aumentará, y de eso es de lo que estamos hablando. Simple de instalar, simple de mantener, simple de entender, simple de usar y simple de adaptar.
Nosotros, como expertos en control inteligente de accesos, tenemos el objetivo de conseguir mucho, con muy poco. Con una llave, un cilindro y un software puedes reemplazar tarjetas identificativas, máquinas de fichar, controles de entrada, inmensos manojos de llaves, complejas instalaciones de identificación de accesos, incluso colabora con los programas de prevención de riesgos laborales e incrementa la seguridad de las instalaciones.
Esto es obviamente una ventaja, pues tienes que dedicar muchos menos recursos a estas tareas y puedes destinarlos a otros. Lo que se traduce en un ahorro de costes.
Adaptabilidad es otro de los conceptos importantes para que un servicio sea eficiente. Las peculiaridades y necesidades de las diferentes infraestructuras, empresas y sectores es tan grande, que una solución específica para cada una sería un derroche inasumible. Por eso, cuanto más adaptable sea, mejor en todos los sentidos. Y no sólo porque nosotros gastemos menos recursos en construirla, que también, sino porque a las empresas les resulta más rentable instalarla. Una sola solución para acceder a todos los sitios, desde el despacho del director general, hasta la arqueta del depósito más escondido que pueda haber.
Los beneficios, desde económicos hasta medioambientales, son muchos. Pero hacerlo patente con algún ejemplo concreto, a veces puede ser un poco más complejo, pero vamos a intentarlo.
Imagínense que un trabajador tiene que visitar una instalación, por ejemplo un depósito de agua. Primero tiene que ir hasta el lugar donde le facilitan las llaves en el coche de la empresa, normalmente una furgoneta, o si la zona es más complicada, un todoterreno. Coge unos cuántos manojos de llaves, va a la instalación y entre todos los manojos donde deberían estar las llaves de la instalación, no están. Murphy vuelve a hacer de las suyas. Tiene que volver otra vez para buscar las llaves correctas y de nuevo ir a la instalación.
El concepto de economía circular consiste en utilizar más eficazmente los recursos, y los beneficios inmediatos son claros
Estos casos son difíciles de cuantificar, pero tenemos datos de clientes, concretamente en el sector de las telecomunicaciones, que nos indican que han reducido un 30% los viajes a emplazamientos. Estas visitas fallidas se debían tanto a errores en las llaves, como el que hemos descrito, como a viajes de "acompañamiento", es decir, que alguien de la empresa vaya a abrir a un trabajador de una subcontrata. Haciendo unos números gordos, en ese sector en España y tirando por lo bajo, estamos hablando de un ahorro de más de 1,8 millones de kilómetros al año.
Esto supone un gran ahorro en combustible, kilometraje de los vehículos, horas de trabajo y, por supuesto, dinero. Pero hay otros ahorros también muy importantes para aquellas empresas con una visión más moderna de la economía; el riesgo de tener a un trabajador en carretera y las emisiones de gases de efecto invernadero.
Podemos usar coches híbridos, coches eléctricos, incluso coches que funcionen con biogás precedentes de las estaciones depuradoras de agua. Pero lo más medioambientalmente sostenible en un viaje en coche es no tener que hacerlo.
Todas estas palabras: reducir, flexibilidad, simplicidad o adaptabilidad, son muy bonitas, pero de poco sirven sin las que vienen a continuación: resistencia y fiabilidad.
Si tu nueva y flamante bomba, esa que te prometía mucho, la más eficiente del mercado, no funciona bien, se estropea habitualmente, hay que cambiar piezas y cada dos por tres tiene que acudir un técnico para arreglarla, aunque esté en garantía, todo el discurso de ahorro, sostenibilidad y economía circular, se viene estrepitosamente abajo.
Hay muchas razones para que las empresas apuesten por la economía circular. Tanto para las empresas que le dan más importancia al aspecto económico a corto plazo, como para las que además buscan un menor impacto medioambiental.
Afortunadamente, sabemos por experiencia que las empresas del sector del agua están claramente destacadas dentro de este segundo grupo, una concienciación que está en su ADN, que muestran día a día y que sirve de ejemplo para el resto de sectores.
Saludos
Rodrigo González Fernández
Diplomado en "Responsabilidad Social Empresarial" de la ONU
Diplomado en "Gestión del Conocimiento" de la ONU
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Santiago- Chile
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