RESPONSABILIDAD SOCIAL CORPORATIVA &
|
Pronto a salir el Libro Blanco de
Francisco Javier Rivero nos ha dicho que “Después de
Fruto de esa nueva demanda del entorno, es la exigencia al Estado y a todo tipo de organizaciones –entre las que se encuentran las empresas y sociedades mercantiles-, de su implicación en la realidad que les rodea. Como no puede ser de otro modo, la empresa no puede vivir ajena a ese entorno en el que sobrevive y se relaciona, y por tanto, no puede obviar las demandas y exigencias que proclaman tanto sus agentes externos (clientes, consumidores, sociedad en general, etc.), como sus agentes internos (accionistas, directivos y trabajadores). A raíz de esto, surge un nuevo término que obliga a que la empresa participe de las demandas sociales, denominado Responsabilidad Social Corporativa.
Aunque si bien es cierto que acciones de responsabilidad social desarrolladas por empresas no es algo novedoso, recordemos por ejemplo la tradicional actividad de patrocinio y mecenazgo de las empresas a lo largo de la historia, si lo es en España la creciente atención que las empresas están dedicando a éstas y otras actividades de carácter social.
Las pequeñas y medianas empresas han identificado al menos ocho aspectos beneficiosos derivados de la implantación de políticas de Responsabilidad Social Corporativa:
- El incremento en la motivación y del compromiso de los empleados
- La mejora de las aptitudes del personal
- El aumento de la satisfacción en la propia compañía y en su entorno empresarial
- El establecimiento de relaciones más amigables con la localidad en la que trabajan...
- Una mejora de la imagen y de la reputación corporativa por parte de la comunidad, clientes, proveedores y distribuidores
- Una mayor atención por parte de los poderes públicos
- La creación de redes de contacto que facilitan la relación con socios y proveedores o la identificación de nuevos clientes, etc.
En el año 2000 los firmantes del Pacto Mundial de Naciones Unidas suscribieron una iniciativa de compromiso ético destinada a que las entidades de todos los países acojan como una parte integral de su estrategia y de sus operaciones, diez principios de conducta y acción en materia de derechos humanos, trabajo, medio ambiente y lucha contra la corrupción. En España, es en 2002 cuando algunas grandes empresas comienzan a publicar memorias sociales, y aunque en un principio tales prácticas se circunscribían en el entorno de las grandes corporaciones, hoy en día tanto las grandes empresas como las pymes pueden ser protagonistas de las buenas prácticas sociales. En ese año el porcentaje de las empresas españolas que desarrollaban alguna práctica de tipo social era de un 11% en el año 2000 y en este año 2006 creció hasta el 25%. Sin embargo, estos porcentajes quedan todavía muy lejos de países más concienciados con la realidad de su entorno como puede ser el caso de Japón donde el porcentaje de empresas que realizan algún tipo de práctica social sube hasta el 80% o como en el Reino Unido que se sitúa este porcentaje en el 70%. En la actualidad son firmantes del Pacto en España un total de 392 entidades: 168 grandes empresas, 132 pymes, 62 ONG y entidades del llamado tercer sector, 22 instituciones educativas y 8 asociaciones patronales y sindicatos.
El futuro Libro Blanco de
Ser socialmente responsable no es sólo cumplir la ley en materia laboral o medioambiental. Implica actuar más allá de las obligaciones jurídicas, que constituyen un mínimo de referencia, y consiste en integrar, de forma voluntaria, las preocupaciones sociales y medioambientales en las operaciones comerciales y en las relaciones con los interlocutores de la empresa.
Por tanto,
Empecemos, por tanto, a tomar conciencia de nuestra propia responsabilidad, comenzando por integrar en la estrategia corporativa las acciones socialmente responsables de nuestra empresa
Esperaremos la aparición del “ Libro Blanco de