Barrick adquirió esta propiedad en 1994, tras la compra de Lac Minerals, dueña del yacimiento en esa época y cuyo inicio de explotación se remonta a 1979. Su cierre se ha transformado en un ejemplo en el rubro, al presentar un trabajo que incluye el desmantelamiento de las construcciones, la devolución de las principales geoformas a condiciones lo más parecidas posible a las encontradas antes de la operación minera y la clausura de túneles de acceso a las faenas subterráneas, entre otras acciones.
Actualmente y luego de más de diez años de trabajo, la mina se encuentra en proceso de cierre, iniciativa pionera en Chile y que hasta ahora ha significado una inversión de cerca de US$80 millones.
A pesar de que la manera de realizar un cierre minero no estaba normada por la legislación chilena en 2002, para Barrick, de acuerdo a sus estándares medioambientales a nivel mundial, era imperativo ejecutar un programa que diera garantías de que esta operación se haría en armonía con el entorno, asegurando la sustentabilidad de las comunidades cercanas, principalmente agrícolas, así como de las ciudades de La Serena y Coquimbo.
Fue entonces cuando Barrick presentó un plan de cierre voluntario a través de Compañía Minera El Indio (CMEI), con el propósito de suscribir un acuerdo en el que participaran autoridades regionales y todos los actores involucrados en las comunidades del Valle del Elqui. Barrick presentó el plan a la autoridad medioambiental y a los organismos técnicos del Estado involucrados en la Ley de Medio Ambiente, el cual fue aprobado por la Conama.
El objetivo del plan es restablecer las condiciones que protejan la seguridad, la salud y el medioambiente en el largo plazo en el área de operaciones de la mina, a través de la implementación de un diseño que use técnicas adaptadas a las características naturales. Es decir, dejar el área impactada por las operaciones mineras en condiciones similares a las naturales, para lo cual el cierre se centró básicamente en tres iniciativas:
- Asegurar su estabilidad física y química de las instalaciones, en el largo plazo, posterior al cierre.
- Minimizar el impacto sobre la calidad y cantidad de agua del río Malo, que cruza por la zona.
- Asegurar las condiciones de seguridad de faena en el largo plazo.
Empleos
Durante los años de funcionamiento y posterior proceso de cierre, la mina generó 1.350 empleos directos y 650 indirectos.
Medidas de mitigación ambiental
Con el propósito de medir y controlar los aspectos medioambientales involucrados en el cierre, se diseñó un completo Programa de Seguimiento Ambiental en conjunto con los servicios públicos y representantes del valle del Elqui, que consideró como eje principal el monitoreo de la estabilidad física y química de las aguas del río Malo y la estabilidad física de las estructuras mineras localizadas en el sector rehabilitado del valle.
En el Acuerdo Voluntario del Plan de Cierre de El Indio, se especificaron como objetivos principales implementar un programa social e interno de transición, asegurar la estabilidad física y química de las instalaciones en el largo plazo, minimizar los impactos en la calidad de agua del río Malo, tributario del río Elqui, y mantener las condiciones de seguridad en el largo plazo de las instalaciones.
Para lograr estos objetivos, el trabajo de cierre se dividió en dos etapas:
- La fase de cierre: comprendida entre 2003 y 2005, período en el que se completaron las actividades de demolición de instalaciones y aquellas principales de rehabilitación y cierre de botaderos de estériles, tranques de relaves y manejo de aguas superficiales.
- La fase de post-cierre: iniciada en 2005, corresponde al período en el que se llevan a cabo obras menores complementarias a las actividades principales ya terminadas y se monitorea tanto la estabilidad física de las instalaciones como la calidad de las aguas en el área de influencia de la mina, para verificar la efectividad de las obras de cierre ejecutadas.
El Acuerdo Voluntario del Plan de Cierre estableció que la empresa debía continuar con el programa de monitoreo durante cinco años en los rajos, depósitos de estériles y botaderos, implementando acciones correctivas necesarias. Además, vigilar la acumulación de nieve en botaderos y cauces naturales del río, monitorear la napa freática en los tranques y detallar obras efectuadas en todos los botaderos estériles.
Los resultados del monitoreo son reportados con frecuencia mensual, semestral y anual a las autoridades de la región de Coquimbo, en el marco de un Programa de Seguimiento Ambiental del cierre.
Calidad del agua
Los parámetros ambientales del agua en la zona donde antes operó El Indio se monitorean a través de una red de 19 estaciones.
Las muestras de agua recolectadas en las distintas estaciones de monitoreo –tanto del río como de otros afluentes de la zona– son tomadas mensual y trimestralmente por personal de la compañía y de la Dirección General de Aguas (DGA). Ellos llevan un control sobre diez parámetros de calidad química. La calidad del agua monitoreada es comparada con el rango de calidad comprometido, lo cual va indicando los avances en las variables. Hay que resaltar que las muestras son recogidas de acuerdo a criterios técnicos internacionales, establecidos en Standard Method for Water and Wasted Water. Luego, éstas se analizan en laboratorios externos a Compañía Minera El Indio y son certificadas.
Relaciones comunitarias
Durante todo el proceso de cierre, Barrick desarrolló canales permanentes y fluidos de comunicación con el fin de mantener informadas a la autoridad y a la comunidad acerca del estado del Programa de Seguimiento Ambiental. Es así como se comprometió a apoyar a los establecimientos educacionales de Vicuña en el proceso de postulación a la Certificación Ambiental, específicamente a la Escuela Floridor Pinto de Huanta.
Marco legal
Su cierre es el primero que se realiza a nivel nacional. En 2002, no existía una legislación específica para el cierre de minas, por lo que se llegó a un acuerdo voluntario entre Barrick y las autoridades políticas y ambientales de la región de Coquimbo, el cual fue aprobado en diciembre de 2003. El plan de cierre de faenas de El Indio también incluye la actualización de los planes de cierre, la que se encuentra incorporada en el ciclo de planificación minera de Barrick, que considera una revisión anual de estos planes.
Ley de cierre de faena
Hasta el año 2011 Chile no contaba con una ley de cierre de faena, sin embargo, ese año se publicó en el diario oficial la promulgación de la Ley de Cierre de Faenas (Ley Nº 20551), que comenzaron a regir en noviembre de 2012. Según el Ministerio de Minería, todas las empresas mineras deberán elaborar un plan de cierre de faenas mineras. De esta forma, el plan deberá contener el costo de cada fase en el cierre de la faena, además de entregar garantías -para aquellas que producen más de 10.000 toneladas/mes- para responder por cada etapa.
Los planes de cierre serán dinámicos y se deben actualizar durante la operación. Esto permite incorporar los cambios producto de ampliaciones/modificaciones y al mismo tiempo reconocer las actividades de cierre ejecutadas en forma progresiva, pudiendo actualizar de esta forma el monto de la garantía. En la ley se indica también que se deberá actualizar el plan de cierre de acuerdo al resultado de las auditorías realizadas por la autoridad, cada 5 años.