miércoles, julio 18, 2012

Guía del inversor ético, parte IV: Derechos laborales y humanos

Refrescando un poco la memoria, en la entrega pasada hablamos sobre invertir en empresas socialmente responsables. Es decir, posicionarse en aquellas que tengan una buena RSE no sólo en lo que respecta a comunicación corporativa sino también a nivel financiero y social.

Es por eso que en esta edición vamos a tratar la cuestión de cómo las empresas tratan a las personas, especialmente a sus empleados. Por ejemplo, muchos inversores éticos basan su esencia inversora en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de la ONU. Los postulados de este documento son que las personas deben ser tratadas con dignidad y que además deben poder gozar de libertades y derechos propios.

Algunos de estos derechos que mencionan en este documento son:

  • Libertad de expresión
  • No enfrentar miedos
  • No enfrentar discriminaciones
  • Derecho a la vida, la libertad y la seguridad personal
  • No enfrentar la esclavitud y gozar de libertad de movimiento
  • No enfrentar la tortura
  • Derecho de reconocimiento e igualdad ante la ley
  • Derecho a tener buenas condiciones de trabajo

En este sentido, un inversor ético debe apostar por empresas que hagan sentir cómodos a sus empleados a nivel humano: libres de discriminación, con igualdad a nivel humano –se entiende que en todas las compañías hay jerarquía ejecutiva pero no debe haber una social. Algunas compañías creen que esta gestión es necesaria, mientras que otras suponen que esto a la larga podría traer problemas: una sublevación de los empleados por dar demasiada "igualdad".

Derechos humanos en los negocios

Una publicación llamada A Guide for Integrating Human Rights into Business Management (Una guía para la integración de los derechos humanos  en la gerencia de negocios), lanzó algunos puntos que podrían beneficiar al negocio de una empresa en caso de respaldar los derechos humanos:

  • Mejor relación con los accionistas
  • Mejora en el reclutamiento de empleados   
  • Mejora en la gerencia
  • Menos riesgos de protestas de consumidores
  • Mejorar la reputación de la empresa y el branding
  • Mejorar cuestiones operativas
  • Mejores relaciones con el Gobierno y entidades de orden público

Violaciones indirectas de derechos humanos

La publicación también menciona que las empresas a veces pueden abusar de los derechos humanos indirectamente, aunque de una manera implícitamente intencionada.

El reporte expone los siguientes argumentos:

  • Una compañía le provee productos, servicios o información al Gobierno que sabe que será usada abusivamente
  • Una compañía trabaja con un Gobierno que sabe que podría estar involucrado en violaciones a los derechos humanos
  • Una compañía que se beneficie por las violaciones de derechos  humanos cometidas por otros
  • Una compañía que sabe que viola los derechos humanos pero mantiene el silencio

Principales consideraciones que debe tener una empresa

Por último, hay algunos puntos que la empresa debe tener en cuenta que hacen a la integridad de los derechos humanos dentro de la estructura corporativa.

En primer lugar, debe hacer hincapié en cuestiones de salud, higiene y condiciones de trabajo. Un inversor ético invierte en empresas que tiene a sus empleados en condiciones aceptables que permitan a su capital humano desarrollar al máximo su potencial. Generalmente en lo que hace a industrias, los empleados deben tener la posibilidad de ir al baño cuando lo necesiten o tomarse los descansos necesarios. Además, si las empresas respetan estos factores, sus trabajadores van a rendir más y por ende la firma podría aumentar la rentabilidad.

Otra cuestión a tener en cuenta son los ingresos y las prestaciones para el trabajador en relación de dependencia. Algunos inversores sostienen que el sueldo debe permitir una vida cómoda, otros que deben atenerse al salario mínimo establecido y otro que las compañías tengan la potestad de pagar lo que consideren justo para su negocio.

No obstante, más allá del salario, son muy enfáticos en lo que hace a los beneficios que deben tener los empleados: obra social, vacaciones pagas, seguro de vida y beneficios para el retiro. Tal vez los inversores éticos pidan un poco demasiado, pero al empleado seguramente le gustará trabajar en una empresa cuyos accionistas tengan tal grado de responsabilidad. Una manera de advertir esta cuestión es viendo las encuestas que se hacen entre empleados de distintas compañías respecto a cuáles so


Fuente:

Saludos
Rodrigo González Fernández
Diplomado en "Responsabilidad Social Empresarial" de la ONU
Diplomado en "Gestión del Conocimiento" de la ONU
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RSE «La gestión del medio ambiente mundial requiere un cambio radical»

Entrevista
18 de Jul, 2012

Hablamos con NAOKO ISHII, recién elegida directora ejecutiva del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM)

Naoko Ishii
Por Busani Bafana

BULAWAYO, Zimbabwe, (IPS)- El Fondo para el Medio Ambiente Mundial debe ser el catalizador de la transformación que requiere la gestión de los asuntos ambientales globales, dice la próxima directora ejecutiva y presidenta de la entidad, Naoko Ishii.

El Fondo, más conocido por sus siglas en inglés GEF, reconoce el vínculo indisoluble entre el medio ambiente y el bienestar económico, refrendado en la cumbre Río+20 que se celebró a fines de junio en Brasil, explica la japonesa Ishii, que asumirá el cargo el 1 de agosto, tras haber ocupado importantes puestos en el gobierno de su país y en varios organismos internacionales.

Pese al difícil escenario económico mundial, el GEF está adoptando un enfoque integral de «proyectos multifocales», que abordan varios problemas a la vez, explica Ishii, licenciada en economía y doctorada en relaciones internacionales en la Universidad de Tokio.

«Ya no vemos el medio ambiente mundial como una serie de compartimentos que aislan el cambio climático, biodiversidad, etcétera», dice Ishii, con la que dialogamos por correo electrónico y por teléfono.

El GEF fue creado como mecanismo de financiación de las tres mayores convenciones ambientales nacidas al calor de la Cumbre de la Tierra de 1992 en Río de Janeiro: la de cambio climático, la de biodiversidad y la de desertificación.

Hoy es el mayor fondo público mundial dedicado al medio ambiente. Suministra donaciones para abordar soluciones en materia de biodiversidad, cambio climático, aguas internacionales, degradación del suelo, capa de ozono y contaminantes orgánicos persistentes.

En junio adoptó su más ambicioso plan de trabajo, de 607 millones de dólares, y la cofinanciación de 4.400 millones de dólares para proyectos en unos 111 países.

¿Qué representa para el GEF «El futuro que queremos», documento final de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible, Río+20?

Naoko Ishii- El texto reafirma el vínculo entre medio ambiente y bienestar económico. Vemos estas dos aspiraciones como inseparables. El principal objetivo del GEF es apoyar proyectos y programas en el mundo en desarrollo y en economías en transición que produzcan beneficios ambientales, y el componente económico es clave en esos beneficios.

No queremos simplemente preservar los bosques. Queremos preservarlos para que puedan continuar desempeñando su papel de mantenimiento de la vida y de sustento, brindando alimentos y combustible, limpiando nuestro aire, manteniendo el suelo, regulando nuestro clima.

Protegemos la biodiversidad no solo porque es bueno, sino porque al hacerlo protegemos formas de vida que son cruciales en el entramado natural que sostiene el crecimiento económico.

Respecto del GEF, el texto refrenda su orientación política de entregar los recursos con más celeridad, simplificando procedimientos y potenciando la coordinación con otros instrumentos y programas que apoyen el desarrollo sostenible.

¿Qué desafíos en particular debe afrontar el GEF?

N. I.- Intensificar los buenos resultados logrados en proyectos nacionales y regionales a fin de obtener impactos sostenibles a una escala acorde a los desafíos que se avecinan para el medio ambiente mundial.

Es crucial potenciar la influencia del GEF, fortaleciendo nuestras asociaciones con los distintos actores. Mi gestión integrará los buenos resultados logrados hasta ahora en el ámbito de los proyectos con la formulación de políticas para lograr impactos sostenibles a gran escala.

¿Cómo se propone usted recaudar fondos internacionales en medio de la recesión mundial y la creciente demanda de eficiencia en los gastos?

N. I.- He representado al gobierno de Japón en negociaciones muy difíciles de suministro de dinero, como los debates del Fondo Asiático de Desarrollo que concluyeron en mayo. Mi experiencia me dice que garantizar una financiación continua y robusta requiere primero, una clara evaluación de las necesidades y los objetivos; segundo, una estrategia bien articulada para lograr esos objetivos; y tercero, ganar y sostener la confianza de los donantes en nuestra capacidad de generar resultados.

Mientras nos abocamos a esta estrategia, es posible que tengamos que explorar todas las opciones disponibles, por la muy difícil situación económica mundial y por la evolución de la arquitectura de las finanzas ambientales.

¿En qué aspectos ha transformado el GEF la manera en que se maneja el medio ambiente mundial?

N. I.- La gran tendencia son los proyectos multifocales. Es decir, cuando un solo proyecto aborda simultáneamente múltiples desafíos. Ya no vemos el medio ambiente como una serie de compartimentos, que aislan los problemas del cambio climático, la desertificación, la biodiversidad, la contaminación química, las aguas internacionales.

Entendemos que esas categorías están conectadas integralmente, y que los programas más efectivos son aquellos que abordan esas múltiples áreas a la vez. Un solo programa que aspire a combatir la desertificación, por ejemplo, también puede tener un impacto notable en el mantenimiento de la biodiversidad y en reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

Otra característica clave es el avance hacia el enfoque programático (alianzas entre el GEF, uno o varios países y otros sectores interesados, como empresas, ciencia y sociedad civil). Esto ha permitido generalizar los resultados del trabajo del GEF, ampliando su escala e integrando los objetivos ambientales a planes nacionales o regionales. El GEF ya ha avanzado mucho en estas direcciones, y yo pretendo mantener ese impulso positivo.

¿Qué futuro quiere usted para el GEF?

N. I.- Quiero que el GEF desempeñe un papel de liderazgo en la transformación de la gestión del medio ambiente mundial. Ya no basta con un cambio incremental, dada la magnitud del desafío que debemos afrontars. Para que el GEF juegue ese papel, es fundamental que continúe siendo un promotor de innovaciones, un franco defensor de los bienes comunes mundiales, un catalizador de cambios transformadores y un socio a elegir.

Tenemos que ser realistas al evaluar el éxito de nuestros proyectos. Necesitamos impactos sostenibles ampliando aquellos que han tenido éxito. El dinero que el GEF invierte multiplica varias veces su monto en inversiones adicionales, o cofinanciación, para apoyar iniciativas ambientales y de desarrollo sostenible.

Los impactos también se expanden con las ideas y con nuevas formas de hacer negocios que introducen los socios. Pienso que el GEF está mejor ubicado para desempeñar un rol de liderazgo en esa transformación, mediante asociaciones constructivas y catalizadoras con otros actores.



Fuente:
 


Saludos
Rodrigo González Fernández
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La red social más sostenible

La red social más sostenible

Queremos Verde es una nueva red social especializada en medio ambiente y sostenibilidad. Su objetivo es ofrecer información útil para las personas interesadas en la adquisición de productos y servicios ecológicos, y servir de punto de encuentro en el que los usuarios puedan compartir sus experiencias, opiniones y conocimientos.

El proyecto nació hace ya dos años. La idea inicial fue crear un directorio de empresas sostenibles en España, pero después se decidió apostar por la puesta en marcha de una red social verde, que empezó a dar sus primeros pasos en marzo de este año. "Al final, Queremos Verde ha sido planteado como un sitio en el que se pueda juntar todo el mundo dentro de este ámbito de la sostenibilidad. Porque no había realmente un espacio que te diera la opción de, si eres una empresa, entrar en contacto con otras empresas del sector o con particulares. Particulares que además pueden conocerse entre sí y compartir sus intereses en nuestra plataforma", explica a Noticias Positivas Antonio García, uno de los fundadores del portal.

García añade que están interesados no solo en los productos y servicios ecológicos, sino en todo lo que tenga que ver con la sostenibilidad en general. "Hay muchas empresas que venden productos que son claramente ecológicos, pero que no tienen el certificado oficial porque es bastante caro el proceso para conseguirlo. Como conocedores de esta realidad, hemos decidido abrirnos a todo lo sostenible en un sentido amplio. Por ejemplo, en Queremos Verde también tiene cabida alguien que venda bicicletas eléctricas, ya que con este tipo de productos estás contribuyendo al medio ambiente, aunque no tengas un certificado que lo acredite".

La red social sirve además de puente entre estas empresas y las personas interesadas en el sector bio. "Hay bastante gente que quiere consumir productos ecológicos y que tiene ganas de cambiar de hábitos y de forma de vida. Pero el problema es que realmente no saben dónde comprar este tipo de productos, o cómo cambiar de hábitos. Nuestro objetivo es darles la opción de encontrar dónde comprar dichos productos, así como enseñarles a hacer algunos de estos productos en su casa, por ejemplo. Los usuarios también podrán entrar en contacto con otras personas para compartir dudas o iniciar proyectos", afirma García.

Además de la red social, Queremos Verde cuenta un blog especializado en temas de consumo verde y sostenible, donde los promotores del proyecto cuelgan los artículos y noticias que les parecen más reseñables. Se trata de un espacio abierto a la colaboración de cualquier persona o entidad involucrada en proyectos sostenibles.

Actualmente, Queremos Verde cuenta con más de 200 usuarios en su red social, entre particulares y empresas. Desde que se puso en marcha el proyecto, hace ya dos años, la plataforma ha recibido más de 50.000 visitas.

DATOS DE CONTACTO:

http://queremosverde.com (blog)

http://queremosverde.com/rs (red social)




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Rodrigo González Fernández
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RSE Los departamentos de RSE levantan vuelo propio

Los departamentos de RSE levantan vuelo propio

18-07-12 00:00 Lo que se llamaba filantropía pronto se transformó en RSE y en sustentabilidad corporativa. Ahora, éstas áreas siguen ganando más espacio y se profesionalizan. El desafío es inspirar a toda la empresa y a la cadena de valor.


  

Por Ximena Abeledo

Evolución. Esa es la palabra que mejor define lo que viven en la actualidad las áreas de RSE o sustentabilidad de las empresas: dejaron de ser una oficina de filantropía, donaciones o voluntariado para convertirse en departamentos profesionales con llegada a los altos directivos. Los expertos dicen que ya no están en la etapa de crecimiento, como los niños que tienen todo por explorar y conocer, sino que superaron la adolescencia, en la que se aprende de ensayos y errores ; y hoy comienzan a madurar, en un entorno que pide transparencia y responsabilidad social y ambiental.
En los últimos años, el concepto de RSE se convirtió en un modelo de gestión empresarial que incorpora al negocio los impactos económicos, sociales y ambientales de todo el accionar de la empresa. Con esta mirada, el área de RSE debe dar soporte a todas las áreas e involucrarse con los distintos procesos y tomas de decisiones para lo que necesita mayor independencia y cercanía con la alta dirección de la organización , afirma María Rigou, profesora titular de Ética, RSE y Desarrollo Sustentable en el MBA de UADE Business School.
Actualmente, muchas empresas incluyen sus departamentos de RSE dentro de las direcciones de RR.HH., Comunicaciones, Marketing o Relaciones Institucionales. Pero independientemente de su ubicación en el organigrama, esta visión estratégica requiere un trabajo focalizado en los grupos de interés, que lo vuelve más especializado y requiere del compromiso y aprobación del CEO y los altos mandos. En base a una estrategia local o global, las empresas definen planes de acción que van llevando a cabo con cada uno de los stakeholders (grupos de interés). Estos planes serán más o menos ambiciosos de acuerdo a la estructura, capacidad y presupuesto de cada compañía , define Mirta Maglietta, gerente de Responsabilidad Social Empresaria de Ernst & Young.
En 2011, el Instituto Argentino de Responsabilidad Social Empresaria (Iarse) encuestó a profesionales y funcionarios de RSE de compañías argentinas, cuya mayoría (75%) señaló que considera que su rol y función tendrá una significativa transformación en los próximos años. Por ejemplo, un gran porcentaje consideró que hay que prestar mayor atención a los efectos del cambio climático y a minimizar el impacto en el ambiente de la actividad económica (52%); así como a la búsqueda de la innovación en materia de productos y servicios más sostenibles (49%).
Lo que sucede en nuestro país también es reflejo de lo que se anticipa en otras partes del mundo. Desde España, el profesor Daniel Arenas, de ESADE, nota que cada vez se ven más casos en los que el director de RSE depende directamente del director General o presidente de la compañía, y que tiene acceso directo. Es en estos casos, en los que la empresa se toma la RSE o sostenibilidad como algo estratégico o como parte de la cultura de la empresa. En algunos casos se crean comités internos, pero también se puede discutir la estrategia de RSE y sostenibilidad en el mismo consejo de dirección , dice el profesor.
Ignasi Carreras, director del Instituto de Innovación Social de ESADE, explica que la importancia de las áreas de RSE no está dada en el tamaño o cantidad de empleados a cargo, sino en su transversalidad hacia todos los departamentos de la empresa. En las empresas europeas y norteamericanas, el departamento de RSE acostumbra a ser reducido y tiene como una de sus funciones principales ayudar a los departamentos funcionales a incorporar la RSE en sus estrategias, explica Carreras. 

Desafíos pendientes
Arenas remarca que uno de los gaps" de la RSE es trasladar la sostenibilidad a toda la cadena de valor, así como a las distintas subsidiarias de la empresa. Para ello no es siempre necesario un departamento más grande -dice el profesor-, sino un trabajo de colaboración más estrecho con el departamento de compras o provisiones, entre otros. Se requiere colaboración entre las distintas áreas, pero el peligro de mantener la RSE debajo de la gerencia de Marketing y Comunicación es que puede percibirse desde fuera que la firma está preocupada solo por hacer "greenwashing , advierte Arenas.
Del trabajo del Iarse se desprende que las principales habilidades y destrezas que tendrán que mejorar o desarrollar las empresas argentinas serán aquellas que faciliten la conformación de equipos de trabajo (71%); las que contribuyan a promover un mayor compromiso del gobierno corporativo (66,2%) y de las diferentes áreas funcionales (64,8%) con los programas de responsabilidad social.


Saludos
Rodrigo González Fernández
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