El problema de obesidad infantil reclama la acción decidida de muchos actores, y si bien las políticas públicas pueden entregar orientaciones y desarrollar acciones para abordar las múltiples dimensiones de esta situación, la participación del sector privado parece ser también de la mayor relevancia para un abordaje integral del problema.

Eso está ocurriendo con el Programa "Let's Move!" (o ¡A moverse!), creado por la Primera Dama de Estados Unidos en febrero de 2010 para resolver el problema de la obesidad infantil en una generación. Programa que se ha propuesto enfrentar el rápido crecimiento del índice de obesidad infantil y que atiende el hecho  de que casi uno de cada tres niños tiene sobrepeso o es obeso en ese país, condición que contribuye a tener mayores riesgos de diversas complicaciones de salud. En ese marco, un Grupo de trabajo creado para analizar políticas y programas debe generar recomendaciones en los cinco pilares del Programa, uno de los cuales es "Aumentar el acceso a comidas saludables y a bajo precio".  Sobre ese pilar se enfoca esta nota.

El sector privado?

No cuesta imaginar el papel del sector privado ante ese desafío, cuando los estudios encargados en el marco del propio Programa indican que alrededor de 23.5 millones de personas -6.5 millones son niños- no acceden a comidas sanas. Efectivamente, se han identificados 6.500 desiertos de alimentos ("Food Deserts") como aquellos lugares "donde al menos 33% de la población o un mínimo de 500 personas viven a mas de una milla de un almacén o gran supermercado en una área urbana o mas de 10 millas en una zona rural". En muchos casos esa situación se acompaña de falta de transporte masivo y contrasta con la presencia de almacenes con productos más caros y locales de comida rápida.  Se trata de bolsones urbanos o de pueblos rurales, donde reside población de bajos ingresos con difícil acceso a alimentos frescos, sanos y en condiciones de ser adquiridos, lo cual contribuye directamente a dietas pobres que pueden conducir a obesidad.

De modo que se ha considerado un gran avance el acuerdo logrado con los principales actores del retail, fundaciones y pequeñas empresas, "Partnership for a Healthier America" (PHA), que los involucra en la generación de nuevos locales precisamente en esos lugares "desiertos", además de la participación en la discusión de políticas y desarrollo de actividades programáticas en ese marco. El compromiso es abordar la transformación o creación de mercados en 1.500 de ellos,  para hacer disponibles a precios razonables alimentos más sanos -como frutas y verduras- a unos 9.5 millones de habitantes en áreas  rurales y urbanas empobrecidas. Para ello se han firmado Acuerdos  de entendimiento con cada una de las empresas involucradas*.

Complementariamente, el Programa mencionado en coordinación con el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) se han propuesto contribuir en la solución al problema de lugares "desiertos", desarrollando por ejemplo el Programa de Promoción del Mercado de Agricultores, que trabaja mano a mano con ellos para aumentar la visibilidad y éxito de estos mercados, mejorando ingresos y salud.

Negocios inclusivos?

Otro ángulo de interés en esta iniciativa se encuentra en la posibilidad de generación de empleo asociada a esta creación de mercados más eficientes para el acceso a alimentos sanos. En la perspectiva de quienes participan de esta iniciativa, se trata no solo del empleo que puedan generar los nuevos locales mencionados sino también del empuje que puede generar esta actividad sobre el entorno local.

Cabe considerar además que la iniciativa se acompaña de fondos para incentivar la mencionada creación de mercados en zonas desiertas de alimentos**, y el propio Programa desarrolla recomendaciones para la acción de diversos actores. Asimismo, diversos Estados buscan sus propias soluciones para incentivar la oferta de alimentos frescos, complementando el Programa global e involucrando variados actores locales, como universidades, gobiernos locales y comunidad.

En síntesis, encontramos en este caso algunos componentes conocidos del trabajo con la base de la pirámide puesto que se trata de grupos de población de menores ingresos con necesidades importantes no satisfechas: alimentación sana,  a veces con acceso solo a mayores precios (sanción por pobreza)  y con dificultades para acceder a condiciones favorables por falta de transporte público.

Por otra parte, las iniciativas mencionadas involucran a diversos actores -públicos y privados- propios de los ecosistemas que contribuyen a viabilizar los negocios inclusivos, pero sobre todo apelan a la creatividad de las empresas para visualizar y abordar desafíos sociales como el de la obesidad infantil. No es difícil imaginar la cantidad de estos desafíos, en los que la participación del sector privado es crucial y será interesante explorar el aporte que hace en enfoque de negocios inclusivos para motivar el involucramiento de estos y otros actores en las esperadas soluciones. En eso hay todavía mucha tarea por delante.


* Información disponible en  un blog que registra los avances de las iniciativas de alimentos del gobierno: http://obamafoodorama.blogspot.com/

** Fondos considerados en "Healthy Food Financing Initiative" (HFFI).

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