"Si bien el desarrollo del sector bioenergético en Chile es un gran reto (ya que el país posee una baja disponibilidad de materias primas agrícolas y de áreas cultivables para bioenergía)
El consumo de combustibles fósiles en Chile aumentó 71,9 por ciento de 1991 a 2010, pero existen opciones atractivas para que el país incorpore de manera sustentable la bioenergía, afirmó hoy la oficina regional de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
"Si bien el desarrollo del sector bioenergético en Chile es un gran reto (ya que el país posee una baja disponibilidad de materias primas agrícolas y de áreas cultivables para bioenergía), existe una serie de nuevas posibilidades para el país de incorporar nuevas áreas a esta industria", señaló el funcionario de Bioenergía de la FAO, Felipe Duhart.
Entre ellas se incluyen las materias primas alternativas como la "jatropha" (planta), jojoba, "atriplex" (planta), microalgas y materiales lignocelulósicos, indicó el representante de la oficina regional de la FAO en Chile.
De igual forma existe la posibilidad de producir biogás a partir de materiales orgánicos como el estiércol, además de producir abono natural, con lo cual se da solución a un problema ambiental, lo cual es posible con tecnologías de bajo costo y amigables con la agricultura familiar, agregó Duhart.
Este lunes se reunieron en la oficina regional de la FAO en Santiago representantes del gobierno, la academia, el sector empresarial y de este organismo de las Naciones Unidas para debatir cómo aumentar de manera sustentable la participación de la bioenergía en la matriz energética de Chile.
Los participantes analizaron el estado actual de la producción de bioenergía en América Latina y el Caribe y en Chile, además de los riesgos y oportunidades en términos de desarrollo rural asociados a su producción.
Según la FAO, "entre los años 1991 y 2010 el consumo de combustibles fósiles en Chile (petróleo crudo y gas natural) aumentó un 71,9 por ciento. En 2010 Chile importó el 79,2 por ciento del petróleo crudo, el 67,7 por ciento del gas natural y 88,5 por ciento del carbón que se consumió en el país".
La FAO agregó que el petróleo crudo representó 37,4 por ciento, el gas natural 19,6 por ciento y el carbón 17,9 por ciento de toda la energía consumida en el país en este mismo año.
De esta forma, 74,9 por ciento de la matriz energética de Chile proviene de fuentes no renovables de energía.
De las fuentes renovables, sólo el 0,1 por ciento proviene de la energía eólica, 7,4 por ciento de la hidráulica y 17,6 por ciento de la leña.
El tema central del encuentro fue el desafío en la expansión de la bioenergía en Chile, como la domesticación y expansión de los cultivos energéticos, las plantaciones energéticas y su sustentabilidad, la biomasa de algas para bioenergía y la incorporación de suelos fiscales a la ampliación de la frontera agrícola.
Al respecto, la FAO indicó que se debe incentivar la implantación de políticas que permitan reducir los riesgos en la seguridad alimentaria y del medio ambiente en el manejo de cultivos energéticos.
Duhart dijo finalmente que "el potencial del sector bioenergético para la reducción de la pobreza y el hambre depende del diseño y la correcta aplicación de políticas en áreas como el manejo territorial, tecnologías de procesamiento de materias primas y el marco regulatorio para su desarrollo".
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