(La Tercera) Con cerca de 14 millones de hectáreas de áreas silvestres protegidas, divididas en parques, reservas y monumentos nacionales, Chile es uno de los países que menos invierten en su biodiversidad. Así lo revela un estudio global -que igualó estadísticamente a 124 países para poder compararlos-, donde Chile aparece entre los 10 peor evaluados (noveno). El informe -preparado por un equipo internacional de investigadores de las universidades de Georgia, Michigan y Brown, de Estados Unidos; U. Simon Fraser, de Canadá; U. College de Londres, de Reino Unido; y la U. Estatal de Santa Cruz, en Brasil- consideró seis bases de datos globales sobre áreas protegidas, distribución de especies, Producto Interno Bruto, y costos y gastos de conservación, entre otros. La lista de los 40 peor evaluados es encabezada por Irak e incluye a varios países pobres, pero también a otros en desarrollo, como Chile (9), Colombia (27) y Venezuela (28), y países desarrollados, como Eslovenia (16), Finlandia (17), Francia (36) y Australia (38). En ellos se concentra el 32% de los mamíferos hoy amenazados. Anthony Waldron, investigador de la U. de Georgia y de la Estatal de Santa Cruz, explicó a La Tercera que el cálculo estadístico arroja que Chile debería invertir 55,44 millones de dólares más de lo que gasta al año. Y sólo como una referencia, pues necesita aún más.
Waldron sostiene que un informe que el PNUD lanzó en 2010 indica que Chile gasta poco más de 60 centavos de dólar por hectárea en sus áreas protegidas, unos 325 pesos chilenos. Poco comparado con el promedio para Latinoamérica y el Caribe, que rondaba los US$ 1,95, y con el gasto de Argentina (US$ 8,56) o de países más pobres, como Guatemala, Nicaragua y Honduras, que gastaban entre tres y cuatro dólares por hectárea. "Chile tiene dos fuentes importantes de financiamiento para sus áreas protegidas: el subsidio del gobierno y cobrar la entrada a los parques. Otros países, como Argentina, tienen un componente más fuerte de ayuda internacional". Las carencias
Leonel Sierralta, jefe de la división de Recursos Naturales, Residuos y Evaluación de riesgo del Ministerio del Medio Ambiente, reconoce que Chile debería invertir mucho más en sus áreas protegidas. "En la actualidad se invierten más de 26 millones de dólares. El gran salto se produjo entre 2007 y 2008, y se ha mantenido estable desde 2010. Pero tenemos una brecha de aproximadamente 60 a 62 millones de dólares con lo que se debería estar gastando", dice. Las áreas protegidas marinas presentan el mayor vacío, pues dependen de Sernapesca, que no tiene presupuesto para ello. Además, hace falta mejorar la gestión en áreas protegidas terrestres, como la cantidad de guardaparques en zonas remotas y crear planes de gestión de especies. "Tenemos un listado largo de especies en categorías de amenaza y no estamos financiando los planes que permitan sacarlas de sus niveles de riesgo". Eduardo Katz, gerente de Areas Protegidas de Conaf, dice que aunque el presupuesto ha crecido en 38% en los últimos años, hay una carencia en la protección de áreas en la zona central mediterránea, donde hay mucho endemismo, pero pocas áreas silvestres protegidas. "Cuando se comenzó la estrategia de protección, esos lugares ya estaban en manos de particulares. Y no tenemos estrategias para que los privados las transformen, ni un organismo estatal que se ocupe de la conservación en territorios privados". Fuente/ La Tercera |