miércoles, marzo 31, 2010

RSE Seis Libros gratis de RSE para tu Biblioteca Digital

Libros Gratis de Responsabilidad Social Empresarial para tu BibliotecaLa pasión por leer es cada vez más un bien en extinción. Pero también es cierto que los hábitos de lectura han cambiado, y ahora ya no sólo leemos libros que podemos abrir, tocar y olfatear, sino que podemos visualizarlos a través de diversos dispositivos, incluidos los telefónos móviles de última generación.
Desde el año pasado, en CapacitaRSE apostamos por un mayor uso de libros y documentos de interés entre nuestra Comunidad Educativa, al crear la Biblioteca Digital de RSE que funciona en nuestro Campus Virtual.
Las fuentes para encontrar nuevos documentos día a día son inagotables. Y entre una de esas se encuentra Google Books, la plataforma de libros online de Google que, si bien tiene sus restricciones en ciertos casos, nos permite acceder a muy buena bibliografía que siempre es útil para generar nuevas ideas a la hora de redactar el Reporte de Sostenibilidad o conseguir citas para una tesis.
Los libros que recomendaremos no son los "más conocidos", pero no por eso menos importantes. Para seleccionarnos pensamos en dos puntos básicos: calidad y gratuidad, así que éste es el listado que luego encontrarán para su lectura en línea:

  1. Más Allá. Empresa y Sociedad en un mundo en transformación. Mario Raich, Simon L. Dolan, Profit Editorial, 2009.
  2. La promoción de Empresas Sostenibles. Conferencia Internacional del Trabajo. 96ª Reunión 2007, OIT, 2007.
  3. Responsabilidad Social Corporativa. Teoría y Práctica. Fernando Navarro García, ESIC Editorial, 2008.
  4. El marco ético de la Responsabilidad Social Empresarial. Horacio Martínez Herrera, Editorial Pontificia Universidad Javeriana, 2005.
  5. El corazón de las empresas. Responsabilidad Social Corporativa y Conciliación de la vida profesional y personal. Alejandro Córdoba Largo, ESIC Editorial, 2007.
  6. La Responsabilidad Social de las Empresas y los nuevos desafíos de la Gestión Empresarial. Tomás G. Perdiguero y Andrés García Reche [Editores], PUV, 2005.

Y a partir de aquí, encontrarán disponibles para la lectura esta selección de libros de RSE:

 
RODRIGO  GONZALEZ  FERNANDEZ
DIPLOMADO EN RSE DE LA ONU
DIPLOMADO EN GESTION DEL CONOCIMIMIENTO DE ONU
Renato Sánchez 3586, of 10 teléfono: 56-2451113
Celular: 93934521
WWW.CONSULTAJURIDICA.BLOGSPOT.COM
SANTIAGO-CHILE
Solicite nuestros cursos y asesoría en Responsabilidad social empresarial-Lobby corporativo-Energías renovables. Calentamiento Global- Gestión del conocimiento-Liderazgo,Energias Renovables.(Para OTEC, Universidades, Organizaciones )

RSE Seis Libros gratis de RSE para tu Biblioteca Digital

Libros Gratis de Responsabilidad Social Empresarial para tu BibliotecaLa pasión por leer es cada vez más un bien en extinción. Pero también es cierto que los hábitos de lectura han cambiado, y ahora ya no sólo leemos libros que podemos abrir, tocar y olfatear, sino que podemos visualizarlos a través de diversos dispositivos, incluidos los telefónos móviles de última generación.
Desde el año pasado, en CapacitaRSE apostamos por un mayor uso de libros y documentos de interés entre nuestra Comunidad Educativa, al crear la Biblioteca Digital de RSE que funciona en nuestro Campus Virtual.
Las fuentes para encontrar nuevos documentos día a día son inagotables. Y entre una de esas se encuentra Google Books, la plataforma de libros online de Google que, si bien tiene sus restricciones en ciertos casos, nos permite acceder a muy buena bibliografía que siempre es útil para generar nuevas ideas a la hora de redactar el Reporte de Sostenibilidad o conseguir citas para una tesis.
Los libros que recomendaremos no son los "más conocidos", pero no por eso menos importantes. Para seleccionarnos pensamos en dos puntos básicos: calidad y gratuidad, así que éste es el listado que luego encontrarán para su lectura en línea:

  1. Más Allá. Empresa y Sociedad en un mundo en transformación. Mario Raich, Simon L. Dolan, Profit Editorial, 2009.
  2. La promoción de Empresas Sostenibles. Conferencia Internacional del Trabajo. 96ª Reunión 2007, OIT, 2007.
  3. Responsabilidad Social Corporativa. Teoría y Práctica. Fernando Navarro García, ESIC Editorial, 2008.
  4. El marco ético de la Responsabilidad Social Empresarial. Horacio Martínez Herrera, Editorial Pontificia Universidad Javeriana, 2005.
  5. El corazón de las empresas. Responsabilidad Social Corporativa y Conciliación de la vida profesional y personal. Alejandro Córdoba Largo, ESIC Editorial, 2007.
  6. La Responsabilidad Social de las Empresas y los nuevos desafíos de la Gestión Empresarial. Tomás G. Perdiguero y Andrés García Reche [Editores], PUV, 2005.

Y a partir de aquí, encontrarán disponibles para la lectura esta selección de libros de RSE:

 
RODRIGO  GONZALEZ  FERNANDEZ
DIPLOMADO EN RSE DE LA ONU
DIPLOMADO EN GESTION DEL CONOCIMIMIENTO DE ONU
Renato Sánchez 3586, of 10 teléfono: 56-2451113
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RECONSTRUIR LA REPUTACION EMPRESARIAL

Reconstruir la reputación de las empresas, tras la borrasca

Así como los gobiernos occidentales responden a una crisis sistémica y sus efectos en la economía cotidiana, la reputación de una firma empieza ya a pesar mucho más de lo habitual en decenios. Industrias y compañías con problemas de imagen arriesgan incurrir en las iras de legisladores, reguladores, políticos y el público.

MAR 30 MAR 2010 | 12:56

Para peor, la credibilidad del sector privado afecta su capacidad de influir en cuestiones polémicas; por ejemplo, proteccionismo o ambiente, claves para el futuro mundial.
Todos lo saben: una "tormenta perfecta" ha sacudido a grandes compañías norteamericanas. Ahora, deben hacer notables esfuerzos para recobrar imagenn. Así lo plantean David Court y Alberto Marchi, del McKinsey Institute, filiales de Dallas y Milán.

Problemas que pesan


Los ejecutivos superiores saben perfectamente a qué punto llegan a pesar en la reputación los problemas de responsabilidad social empresaria (RSE). La mayoría reconoce que ciertas compañías, en determinados sectores –particularmente financieros-  transgreden contratos con clientes, consumidores, accionistas, proveedores, autoridades, contribuyentes, etc.
También se sabe que esas percepciones parecen perjudicar con creciente amplitud a los negocios. Así lo refleja una nueva encuesta de la publicación trimestral de McKinsey sobre estamentos directivos alrededor del globo. Por ejemplo, 85 y 72% de las muestras, respectivamente, admiten que flaquea la fe pública en las grandes compañías y en el mercado libre.
Según otra fuente, el barómetro Edelman de confianza (ETB) 2009, 62% de respuestas en sus sondeos en veinte países ofrecen similar panorama. "La gente hoy se fía de las empresas menos que hace unos años", observan quienes compilan un indicador que el instituto considera casi como propio.
Los alcances presentes del desafío a la reputación son consecuencia no sólo de la velocidad o la severidad de acontecimientos económicos inesperados. También resultan de entornos de opinión que datan de cierto tiempo. Estos cambios incluyen el avance de redes sociales y participación en la web, el auge de organismos no gubernamentales (ONG) y otras instancias, que reflejan la declinación de la publicidad como instrumento de RSE. En conjunto, esas fuerzas promueven un escrutinio a fondo sobre las compañías, que devalúa las relaciones públicas convencionales como  promotoras de reputación.

Acciones directas


Ahora, como nunca, serán las acciones directas –no los rodeos- las que construyan o reconstruyan reputación. Las organizaciones deben escuchar mejor, a fin de percibir temas y cuestiones emergentes, reforzar la comprensión de los nexos con grupos de interés críticos e ir más allá de las RR.PP. tradicionales activando redes de apoyo capaces de influir sobre estratos claves de la sociedad o el mercado. Cumplir eficazmente esa tarea significa avanzar en complejidad y coordinación interna de esfuerzos que apunten a la imagen.   
Algunas compañías, por ejemplo no sólo usan claras técnicas conductistas se segmentación, para entender mejor las preocupaciones de los grupos de interés. También movilizan equipos multifuncionales para hacer inteligencia y reaccionar rápidamente amenazas de largo alcance contra la reputación.
Una clave para penetrar barreras estructurales capaces de trabar aquellos esfuerzos es una cúpula comprometida con el liderazgo. Vale decir, ejecutivos superiores con posibilidades, en el actual entorno, de diferenciar sus compañías con firmeza y talento, como lo demanda la situación. En momentos cuando el capitalismo está por el suelo, los dirigentes tienen el deber de consolidar la reputación de sus empresas y de los mercados.

Mal preparadas

La crisis financiera subraya hasta qué grado las compañías estaban mal pertrechadas para manejar dos cambios importantes en el contexto de la reputación. Primero, la influencia de los grupos indirectos de interés (ONG, activistas comunitarios, redes sociales) ha crecido y crece mucho. Así, la cantidad de ONG registrada en Naciones Unidas pasa de cuatro mil, contra menos de mil hace veinticinco años. Esta proliferación impone a los negocios satisfacer expectativas en una vasta gama de asuntos, desde derechos civiles o cambios climáticos hasta obesidad y uso del agua.
Segundo, la multiplicación de tecnologías en medios y su variedad, junto con el surgimiento de plataformas en Internet, otorga a individuos y organizaciones nuevos canales útiles para someter al sector privado a un escrutinio crecientemente mayor y extensivo. Esta revolución en comunicaciones significa, además, que ciertos problemas –malas condiciones laborales, contaminación-, tolerables en algunas regiones,  dejen de serlo en otras por acción de periodistas, investigadores o bitácoras en la web ("blogs").
Por consiguiente, lo que antes eran riesgos operativos –fallas en procesos, personas o sistemas- se traducen hoy en azares de reputación cuyos costos excederán por lejos los de aquellos antiguos deslices. Así, en los bancos la privacidad de datos (cuentas numeradas inclusive) hace a la imagen de esas entidades. En farmoquímica, los malhadados ensayos clínicos de Merck con Vioxx, un analgésico, fueron desastrosos para la reputación del laboratorio por falta de transparencia.

Sistemas anacrónicos

En un contexto tan disperso y multifacético, las compañías han de recoger datos sobre potenciales riesgos a la reputación por toda la estructura, analizarlos mediante métodos complejos y encarar las acciones necesarias para mitigarlos. Ello puede involucrar alianzas entre partes (gobiernos inclusive) y coordinación para actuar velozmente.
Muchas firmas, por el contrario, se respaldan en pequeños, centralizados departamentos de RR.PP., no de RSE, incapaces de detectar a tiempo o examinar bien amenazas a la reputación. Por ende, esos equipos convencionales no saben tratar con una ONG.
En cuanto a los gerentes de división, pueden rastrear peligros de ese tipo, pero a menudo no advierten sus alcances reales. ¿Por qué? Porque el sistema de comunicación interna puede inhibirse al carecer de métodos consistentes para cuantificar el riesgo inminente.

Si las responsabilidades de manejar estos problemas suelen ser poco claras, las reacciones a desafíos de reputación se limitarán al corto plazo, serán ad hoc y puramente defensivas. Una paupérrima mezcla, dadas las inquietudes actuales del público y diversos grupos de interés. Esto plantea un problema que las compañías debieran resolver pronto: aun si los desafíos a la reputación subrayan la relevancia de buenas RR.PP., las empresas tendrán dificultades si se apoyan sólo en ellas y no perciben las causas fundamentales.

Fácil y difícil


Un punto de partida lógico para quienes buscan un juego más abierto consiste en crear una red de alarma temprana, a fin de que los ejecutivos se den cuenta pronto de problemas atinentes a la imagen de la firma. En la experiencia de ambos autores y de McKinsey, la mayoría de organizaciones funcionan bastante bien para seguir menciones o señales de la prensa y muchas ya rastrean una multitud de voces en el ciberespacio o entre ONG. No obstante, aunque sean acciones efectivas y requisitos indispensables para responder a grupos de interés, no son las tareas más duras.
Algo mucho más complejo es prepararse para afrontar amenazas serias a la reputación cuya frecuencia potencial y costos han subido enormemente. Esto refleja un clima proclive a presiones originadas en legisladores, reguladores, OBG y el público. En suma, un contexto menos propicio para los negocios donde las amenazas pueden mimetizarse en cuestiones atinentes al desempeño mismo de una compañía.
Aprestarse para responder a esos peligros con instrumentos de RSE obliga  a destacar tres prioridades. Primera, reunir datos suficientes para comprender a los principales grupos de interés y sus actitudes. Segunda, enfocarse en lo que importa más al mayor número de estos públicos. Tercera, tratar de influirlas mediante técnicas mucho más complejas que las de RR.PP. convencionales.

 
RODRIGO  GONZALEZ  FERNANDEZ
DIPLOMADO EN RSE DE LA ONU
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Renato Sánchez 3586, of 10 teléfono: 56-2451113
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RSE: Reconstruir la reputación de las empresas, tras la borrasca

Reconstruir la reputación de las empresas, tras la borrasca

30 Marzo 2010

Así como los gobiernos occidentales responden a una crisis sistémica y sus efectos en la economía cotidiana, la reputación de una firma empieza ya a pesar mucho más de lo habitual en decenios. Industrias y compañías con problemas de imagen arriesgan incurrir en las iras de legisladores, reguladores, políticos y el público.

Para peor, la credibilidad del sector privado afecta su capacidad de influir en cuestiones polémicas; por ejemplo, proteccionismo o ambiente, claves para el futuro mundial.

Todos lo saben: una "tormenta perfecta" ha sacudido a grandes compañías norteamericanas. Ahora, deben hacer notables esfuerzos para recobrar imagenn. Así lo plantean David Court y Alberto Marchi, del McKinsey Institute, filiales de Dallas y Milán.

Problemas que pesan
Los ejecutivos superiores saben perfectamente a qué punto llegan a pesar en la reputación los problemas de responsabilidad social empresaria (RSE). La mayoría reconoce que ciertas compañías, en determinados sectores particularmente financieros transgreden contratos con clientes, consumidores, accionistas, proveedores, autoridades, contribuyentes, etc.

También se sabe que esas percepciones parecen perjudicar con creciente amplitud a los negocios. Así lo refleja una nueva encuesta de la publicación trimestral de McKinsey sobre estamentos directivos alrededor del globo. Por ejemplo, 85 y 72% de las muestras, respectivamente, admiten que flaquea la fe pública en las grandes compañías y en el mercado libre.

Según otra fuente, el barómetro Edelman de confianza (ETB) 2009, 62% de respuestas en sus sondeos en veinte países ofrecen similar panorama. "La gente hoy se fía de las empresas menos que hace unos años", observan quienes compilan un indicador que el instituto considera casi como propio.

Los alcances presentes del desafío a la reputación son consecuencia no sólo de la velocidad o la severidad de acontecimientos económicos inesperados. También resultan de entornos de opinión que datan de cierto tiempo. Estos cambios incluyen el avance de redes sociales y participación en la web, el auge de organismos no gubernamentales (ONG) y otras instancias, que reflejan la declinación de la publicidad como instrumento de RSE. En conjunto, esas fuerzas promueven un escrutinio a fondo sobre las compañías, que devalúa las relaciones públicas convencionales como promotoras de reputación.

Acciones directas
Ahora, como nunca, serán las acciones directas –no los rodeos- las que construyan o reconstruyan reputación. Las organizaciones deben escuchar mejor, a fin de percibir temas y cuestiones emergentes, reforzar la comprensión de los nexos con grupos de interés críticos e ir más allá de las RR.PP. tradicionales activando redes de apoyo capaces de influir sobre estratos claves de la sociedad o el mercado. Cumplir eficazmente esa tarea significa avanzar en complejidad y coordinación interna de esfuerzos que apunten a la imagen.

Algunas compañías, por ejemplo no sólo usan claras técnicas conductistas se segmentación, para entender mejor las preocupaciones de los grupos de interés. También movilizan equipos multifuncionales para hacer inteligencia y reaccionar rápidamente amenazas de largo alcance contra la reputación.

Una clave para penetrar barreras estructurales capaces de trabar aquellos esfuerzos es una cúpula comprometida con el liderazgo. Vale decir, ejecutivos superiores con posibilidades, en el actual entorno, de diferenciar sus compañías con firmeza y talento, como lo demanda la situación. En momentos cuando el capitalismo está por el suelo, los dirigentes tienen el deber de consolidar la reputación de sus empresas y de los mercados.

Mal preparadas
La crisis financiera subraya hasta qué grado las compañías estaban mal pertrechadas para manejar dos cambios importantes en el contexto de la reputación. Primero, la influencia de los grupos indirectos de interés (ONG, activistas comunitarios, redes sociales) ha crecido y crece mucho. Así, la cantidad de ONG registrada en Naciones Unidas pasa de cuatro mil, contra menos de mil hace veinticinco años. Esta proliferación impone a los negocios satisfacer expectativas en una vasta gama de asuntos, desde derechos civiles o cambios climáticos hasta obesidad y uso del agua.

Segundo, la multiplicación de tecnologías en medios y su variedad, junto con el surgimiento de plataformas en Internet, otorga a individuos y organizaciones nuevos canales útiles para someter al sector privado a un escrutinio crecientemente mayor y extensivo. Esta revolución en comunicaciones significa, además, que ciertos problemas –malas condiciones laborales, contaminación-, tolerables en algunas regiones, dejen de serlo en otras por acción de periodistas, investigadores o bitácoras en la web ("blogs").

Por consiguiente, lo que antes eran riesgos operativos fallas en procesos, personas o sistemas se traducen hoy en azares de reputación cuyos costos excederán por lejos los de aquellos antiguos deslices. Así, en los bancos la privacidad de datos (cuentas numeradas inclusive) hace a la imagen de esas entidades. En farmoquímica, los malhadados ensayos clínicos de Merck con Vioxx, un analgésico, fueron desastrosos para la reputación del laboratorio por falta de transparencia.

Sistemas anacrónicos
En un contexto tan disperso y multifacético, las compañías han de recoger datos sobre potenciales riesgos a la reputación por toda la estructura, analizarlos mediante métodos complejos y encarar las acciones necesarias para mitigarlos. Ello puede involucrar alianzas entre partes (gobiernos inclusive) y coordinación para actuar velozmente.

Muchas firmas, por el contrario, se respaldan en pequeños, centralizados departamentos de RR.PP., no de RSE, incapaces de detectar a tiempo o examinar bien amenazas a la reputación. Por ende, esos equipos convencionales no saben tratar con una ONG.

En cuanto a los gerentes de división, pueden rastrear peligros de ese tipo, pero a menudo no advierten sus alcances reales. ¿Por qué? Porque el sistema de comunicación interna puede inhibirse al carecer de métodos consistentes para cuantificar el riesgo inminente.

Si las responsabilidades de manejar estos problemas suelen ser poco claras, las reacciones a desafíos de reputación se limitarán al corto plazo, serán ad hoc y puramente defensivas. Una paupérrima mezcla, dadas las inquietudes actuales del público y diversos grupos de interés. Esto plantea un problema que las compañías debieran resolver pronto: aun si los desafíos a la reputación subrayan la relevancia de buenas RR.PP., las empresas tendrán dificultades si se apoyan sólo en ellas y no perciben las causas fundamentales.

Fácil y difícil
Un punto de partida lógico para quienes buscan un juego más abierto consiste en crear una red de alarma temprana, a fin de que los ejecutivos se den cuenta pronto de problemas atinentes a la imagen de la firma. En la experiencia de ambos autores y de McKinsey, la mayoría de organizaciones funcionan bastante bien para seguir menciones o señales de la prensa y muchas ya rastrean una multitud de voces en el ciberespacio o entre ONG. No obstante, aunque sean acciones efectivas y requisitos indispensables para responder a grupos de interés, no son las tareas más duras.

Algo mucho más complejo es prepararse para afrontar amenazas serias a la reputación cuya frecuencia potencial y costos han subido enormemente. Esto refleja un clima proclive a presiones originadas en legisladores, reguladores, OBG y el público. En suma, un contexto menos propicio para los negocios donde las amenazas pueden mimetizarse en cuestiones atinentes al desempeño mismo de una compañía.
Aprestarse para responder a esos peligros con instrumentos de RSE obliga a destacar tres prioridades.

Primera, reunir datos suficientes para comprender a los principales grupos de interés y sus actitudes. Segunda, enfocarse en lo que importa más al mayor número de estos públicos. Tercera, tratar de influirlas mediante técnicas mucho más complejas que las de RR.PP. convencionales.

FUENTE:
Saludos,
 
RODRIGO  GONZALEZ  FERNANDEZ
DIPLOMADO EN RSE DE LA ONU
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Trabajadores y Derechos Laborales: Eslabones Empresariales

Trabajadores y Derechos Laborales: Eslabones Empresariales

 

Por Omar Ojendiz.

La existencia de vida en el mundo, entre otros muchos factores, depende en gran medida de la cadena alimenticia, este proceso de transferencia, provee un sustento equilibrado e inigualable a todas las especies, que en el intervienen generando vida y alentando al desarrollo de los seres vivos, de igual forma, pero a nivel organizacional existe una cadena, corporativa, en la cual sus eslabones, generan un fiel entramado que permite la conformación de una gran guía de valor.

La cadena Corporativa, como la alimenticia, genera vida, si en la alimenticia, alguna especie sirve de alimento a otra, en la corporativa, será la información, los datos y el conocimiento lo que sustente a quien de ella dependa, es decir, desde el nivel operativo, hasta el gerencial, existe una alta co-dependencia para la subsistencia de cualquier nivel.

La diferencia recae, en que en la cadena empresarial, un sujeto no necesita "acabar" con el otro para subsistir, por el contrario, entre mayor vida y retroalimentación genere al que esté por debajo o arriba del, la solidez de los eslabones será mayor, generando el correcto funcionamiento entre ellos.

No obstante, existe un poderoso aditivo que brinda a los eslabones corporativos firmeza, fuerza y brillo. Los derechos laborales, fungen como la materia prima de este aditivo, que bien utilizado, genera rentabilidad en los recursos humanos de la organización, y es todo aquello que el trabajador, por ley, tiene que recibir y que sirve como apoyo para la satisfacción de sus necesidades, prestaciones, salario, primas, aguinaldo, días de descanso y vacaciones.

Ya sean de carácter, fisiológico, de estima, sociales, o de auto-superación, las necesidades cubiertas por los derechos laborales, originan sentido de pertenencia al trabajador, confianza y sobre todo seguridad. Estos apartados pueden encontrarse bien cubiertos o deficientes, y será la carencia o satisfacción de ellos lo que marque la diferencia en la conducción de los colaboradores hacia el respeto, lealtad colaboración y compromiso con su empresa.

Es de vital importancia, mantener engarzados los eslabones, para una eficiente conducción empresarial, pero cobra mayor importancia hacer uso del ingrediente "mágico" para generar una cadena corporativa comprometida y satisfecha, que cumpla los estándares de responsabilidad social, ya que el apego a los derechos humanos y compromiso por la sociedad, da un "plus", no sólo a nivel filantrópico sino de rentabilidad a la organización.

Nomitek
 
RODRIGO  GONZALEZ  FERNANDEZ
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