(Sustentare- Revista Electricidad) Configurarse como una nueva fuente de generación limpia es uno de los objetivos del parque eólico San Pedro (www.parqueeolicosanpedro.cl), el que se emplaza en la cordillera de San Pedro de Dalcahue, ubicada en Chiloé, y que se ha configurado como una experiencia modelo en lo que se refiere a financiamiento de iniciativas ERNC. La iniciativa, que pertenece al Grupo Jealsa Rianxeira de España, a través de su filial chilena Trans Antartic Energía, fue posible por medio de un crédito suscrito por US$77 millones, lo que permitirá financiar la primera etapa del parque eólico. Este crédito fue estructurado por Santander GBM bajo la modalidad de Project Finance, proceso en el que participaron además otras cuatro entidades financieras locales. Matías Steinacker, gerente general de Trans Antartic Energía, explica a Revista ELECTRICIDAD que el mecanismo de Project Finance "consiste en el financiamiento de largo plazo, basado en los flujos de caja planificados del proyecto, en vez de en el balance de los sponsors, con el objetivo de lograr un nivel de apalancamiento relativamente elevado a un plazo de 10 a 15 años". Resalta además que "esta estructura de financiamiento involucra normalmente inversionistas de capital (sponsors) y un grupo de bancos que proveen un préstamo. Normalmente los actores involucrados no toman una posición especulativa frente a los riesgos inherentes al proyecto subyacente, y los traspasan a otras entidades capaces de manejarlos de manera apropiada", agregando que "el principal desafío de un proceso de Project Finance es poder eliminar o controlar todos los riesgos de la ejecución del proyecto antes de que este se empiece a construir". En este contexto, Daniel Aninat, director ejecutivo responsable del área de Financiamiento Estructurado del Banco Santander, señala que "hoy día hay muchos MW que están aprobados para tecnologías renovables pero muy pocos desarrollados; cada proyecto vive sus dificultades particulares, pero un obstáculo que está en la mayoría tiene que ver con las limitaciones para poder contratar la venta de energía, y, además, que los contratos que se requieren tienen que competir con energía convencional". Mecanismo
Aninat explica que al momento de evaluar un proyecto "se analizan todos los riesgos, el medioambiental, el técnico, el comercial, legales y otros que pueden ser específicos del proyecto. Una vez que se identifican, lo importante es distribuirlos y mitigarlos dentro de los distintos participantes que tiene el proyecto, como el desarrollador, los inversionistas, el constructor, el operador, el cliente que compra la energía, la comunidad y las compañías de seguro". Por su parte, José Manuel Ovalle, asociado del área de Financiamiento Estructurado del Banco Santander, menciona que "para poder definir el monto de cada proyecto nosotros también evaluamos los flujos y la capacidad de generación de dinero de cada uno, y en base a eso definimos un cierto monto de deuda, el cual depende básicamente de la holgura que tienen los flujos del proyecto versus la cantidad de deuda que le estamos asignando. Este financiamiento también depende de la cantidad de inversión del proyecto en particular". En relación con el recurso energético en el que se basará el proyecto, Daniel Aninat resalta que "es muy importante que la información que tengamos sea buena, con historia de mediciones del recurso, que no sean seis meses o un año, sino que sean más largas, que sea por ejemplo el eólico a la altura que va a tener la turbina y no a una altura distinta, que se mida direccionalidad, estacionalidad, el emplazamiento mismo y no una colina distinta". Afrontando el riesgo
Clemente Pérez, socio del estudio de abogados Guerrero, Olivos, Novoa, Errázuriz, y de la empresa de asesoría ambiental Sustentable, explica que en el financiamiento del parque eólico "concurrieron cuatro bancos, el Santander, el Bice, Corpbanca y Security, y la principal característica de este es que probablemente sea el primer proyecto eólico financiado sin tener un PPA (power parchase agreement: contratos de compraventa de energía)". Junto con lo anterior destaca que "al no tener un PPA, ellos pueden acceder a vender la energía en el mercado spot, que hoy día está a dos o tres veces del precio de un PPA, es decir, lo hace un proyecto mucho más rentable. El problema es cómo lo hacemos con la volatilidad, y para eso nosotros diseñamos un contrato que es una especie de seguro, en el que un tercero nos asegura que en aquellos momentos en que el precio spot no alcance a cubrir el resultado operacional y el servicio de la deuda, este lo va a financiar, pero luego se va a pagar con los semestres en los que el resultado operacional sea superavitario". En este proceso también participó Sebastián Yunge, abogado de Guerrero, Olivos, Novoa y Errázuriz Abogados, quien resalta que "la transparencia es fundamental, porque la confianza con el banco es básica. La verdad es que si uno se equivoca o trata de hacer una trampita al principio, en 20 años te van a pillar". Matías Steinacker concluye que "el financiamiento del Parque Eólico San Pedro demuestra que mediante el compromiso de los sponsors y el desarrollo de buenos proyectos es posible lograr niveles de apalancamiento importantes, y creemos que el sector financiero se beneficiará de esta experiencia, que esperamos sea exitosa para contribuir a generar confianza de parte de la banca en el financiamiento de proyectos ERNC". En desarrollo
En enero de 2009 un grupo de profesionales llegó a la zona de la cordillera de San Pedro de Dalcahue, ubicada en Chiloé, con el fin de comprobar la capacidad eólica de la planicie. Cuatro años después el parque eólico se encuentra en proceso de construcción. La iniciativa, que tendrá una potencia instalada de 36 MW, considera 18 aerogeneradores en una extensión de abarcará 814 hectáreas, los cuales alimentarán al Sistema Interconectado Central por medio de un suministro que representará aproximadamente un 50% de la energía que se consume anualmente en la Isla de Chiloé. Fuente/ Sustentare- Revista Electricidad |