Shock de 2-20 srebarraza@gmail.com Shock eléctrico porque no podemos seguir perdiendo casi US$1,800 millones anuales del PIB por la inseguridad y al mismo tiempo, negarnos a crear un impuesto especial para la seguridad. |
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Ya nadie tiene reparos en expresar opinión sobre la ineficacia de los programas de seguridad impulsados con publicidad a todo color. Creamos que “quizá lo que ha faltado es convertirla realmente en la más alta prioridad”, como dijo el Sr. Ricardo Poma en una reciente entrevista a LA PRENSA GRÁFICA, pero sin duda alguna, si queremos seguir “contando el cuento”, es hora de darle la más alta prioridad. ¿Qué podemos hacer ante esta inseguridad generalizada? Necesitamos un shock eléctrico para reaccionar y tomar conciencia sobre la complejidad del problema y la necesidad de acciones integrales y comprometidas. Shock eléctrico porque no podemos seguir perdiendo casi US$1,800 millones anuales del PIB por la inseguridad y al mismo tiempo, negarnos a crear un impuesto especial para la seguridad. ¿Compromiso? Recientemente llegó al país el Sr. Alberto Vollmer, un empresario venezolano muy conocido, productor de azúcar y ron; lidera un innovador programa juvenil de recuperación de seguridad llamado “Alcatraz”. Fue invitado por el alcalde de Nejapa, el Sr. René Canjura. Algunos, muy pocos, tuvimos la oportunidad de conocer: “El problema se enfrenta cuando se reconoce y se supera el miedo; al problema se le encuentra solución cuando existe decisión; hay resultados cuando existe compromiso de todos, cuando hay inclusión y respeto” Y: “Se llama Alcatraz porque la prisión está en la mente y no queremos dejar, como los constructores, piedras desechadas en la construcción de la sociedad”. Suena a lo que todos sabemos y a lo que dicen especialistas y consultores ¿no? Pero yo destaco una diferencia sustancial... la decisión de su familia y la de él de no abandonar el país en donde han invertido y acumulado su riqueza... “La empresa cumplió 200 años a mediados de los noventa —dijo— y tenemos la decisión de quedarnos 200 años más en Venezuela.” Él dirige el programa; su empresa financia el programa de “re” o de inserción social (léase, no tiene financiamiento gubernamental). La empresa tiene contratados a 140 jóvenes vinculados a pandillas; el programa tiene como meta a 400 jóvenes... ¿Responsabilidad social empresarial? ¿Es replicable? Los valores y principios, sí; el líder, ¿quién sabe? ¿Involucramiento? Se necesita involucrar a otros y dar un mensaje confiable de compromiso de “la más alta prioridad al tema de seguridad”. No para compartir el fracaso sino para asegurar el éxito. No más con los mismos. Se necesita nueva masa crítica. Propongo integrar una Comisión Especial por 60 días, de alto, altísimo nivel, con poder total sobre todas las instituciones y los funcionarios públicos vinculados al tema, con disposición a escuchar a todos los que tengan propuestas, alejada de las cámaras y de la propaganda gubernamental y desinteresada en la suma y resta de votos. Solo esto le da credibilidad. Dos empresarios de los que dicen que mandan en el país, tres abogados de esos intachables, dos miembros conocidos y reconocidos de las iglesias, dos especialistas con visión integral, prestigio y respeto en el tema y un generador de opinión. Diez personas (tengo candidatos) que a título personal sean responsables de diseñar un plan que tenga el compromiso de los tres órganos de Estado y del Ministerio Público, de implementarse de inmediato. ¿La agenda? Que conozcan los planes e informes de evaluación de los Mano Dura y Súper Mano Dura. Que revisen el Código Procesal Penal... se necesita agilidad, que evalúen la organización de la Fiscalía... se necesita investigación científica del delito; que adopten nuevos enfoques... En este ambiente presumir culpabilidad es conveniente; que nos dejen con jueces bien formados e incorruptibles... necesitamos que se depure la Corte Suprema de Justicia, que se revise la carrera judicial y que se garantice que ningún abogado público ejerza la profesión privadamente y que ningún abogado que ejerza privadamente asuma funciones públicas ni siquiera en juntas directivas de instituciones autónomas. Diez personas, con todas las instituciones del Estado y los talentos públicos a su orden y disposición, concentradas en 5 temas para que en 90 días produzcan un plan realista que nos haga recuperar la confianza en la capacidad de recuperar la seguridad. ¿Y el dinero? No se aceptan excusas ni pretextos para no implementar el Plan de Seguridad Nacional. Las soluciones deben financiarse y los responsables somos nosotros. Es cierto que tenemos elusión, evasión y corrupción, pero no esperemos magia. Por esto propongo crear un fondo especial... ¿es posible gravar durante 6 meses, con un 10% a todos los que tengan ingresos mensuales mayores a US$2,000? No dudo que existen otras fuentes y que tenemos que encontrarla y YA. No se vale decir “no hay pisto” ni “que otro lo pague" RODRIGO GONZALEZ FERNADEZ |