Empresas Familiarmente Responsables con certificación
Hoy en día una empresa puede certificarse en casi todo: calidad de sus procesos, cumplimiento de normativas medioambientales, cumplimiento de normativa laboral… y ahora también se puede certificar como Empresa Familiarmente Responsable.
Según el modelo de Empresa Familiarmente Responsable (vinculado al movimiento de Responsabilidad Social Corporativa), una empresa es tal cuando desarrolla políticas, planes y programas en el ámbito de la estabilidad del empleo, la flexibilidad laboral, temporal y espacial, la igualdad de oportunidades y la gestión de la diversidad, las políticas de RRHH con especial atención a mujeres y personas con responsabilidades familiares y el apoyo a la vida y a la unidad familiar de los empleados, en relación con la maternidad/paternidad, educación, cuidado de dependientes…
En teoría, esta certificación sirve para diferenciar a las empresas, incrementando su reputación y posicionándolas ventajosamente en el mercado laboral (para atraer y retener talento), en los mercados financieros (atrayendo inversión de la denominada “socialmente responsable”) o ante potenciales clientes (lo mismo, atrayendo consumidores “socialmente responsables”).
¿Mi opinión? Estoy de acuerdo en el fondo del asunto, claro. Cuanto más faciliten los trabajos la conciliación con la vida personal, mejor. Ahora bien, que una certificación (que todos sabemos cómo funcionan… mucho papeleo y no tantas realidades) sea el camino para conseguirlo, lo dudo. Que vaya a tener esos efectos tan magníficos, lo dudo aún más. Todavía tiene un pase lo del mercado laboral (aunque hoy en día hay bastantes criterios mucho más reconocidos que éste para distinguir buenas empresas, como la encuesta Great Place to Work o similares).
Pero lo de conseguir inversiones “socialmente responsables” o colectivos de consumidores “socialmente responsables”… me suena mucho a cháchara de esa que los académicos (y los consultores también, todo sea dicho) sueltan de vez en cuando, pero que difícilmente se materializa en resultados.
Pero bueno, el que quiera certificarse, que lo haga. Total, es gratis… uy… no… seguro que no. Que de alguna forma habrá que rentabilizar la idea, ¿no?
Saludos Rodrigo González Fernández, consultajuridica.blogspot.com; respsoem.blogspot.com