MURCIA, 10 (EUROPA PRESS)
La Consejería de Universidades, Empresa e Investigación, a través de la Agencia de Gestión de Energía de la Región de Murcia (Argem), ha publicado una guía sobre certificación energética cuyo fin es dar a conocer los sistemas consumidores de los edificios para poder actuar sobre los mismos y reducir así la factura.
La 'Guía simplificada audiovisual sobre sistemas arquitectónicos para la certificación energética' es la herramienta necesaria para los técnicos encargados para calcular los consumos de un edificio, que definirán el tipo de certificación o etiquetado que corresponde a cada inmueble según su demanda energética.
El objetivo es fomentar la eficiencia energética de los edificios, teniendo en cuenta las condiciones climáticas exteriores y las particularidades locales, así como los requisitos ambientales interiores y la relación coste-eficacia.
Al respecto, el consejero José Ballesta afirmó hoy durante la presentación de la guía que "de lo que se trata es de reducir el consumo energético de un edificio manteniendo los mismos servicios sin disminuir la calidad de vida, buscando medidas que protejan el medio ambiente y fomentando un comportamiento sostenible en el hogar".
Asimismo, el consejero aseguró que "una promoción con una calificación más eficiente tendría una mejor imagen, lo que será otro argumento para su venta, además de que la existencia de un etiquetaje facilitaría que el consumo de energía se convirtiese en un criterio más de compra por parte del consumidor".
Toda la energía consumida en España en un año supera los 44.000 millones de euros de coste, de los que alrededor del 30 por ciento procede del interior de los edificios.
Por ello, se calcula que controlar el consumo energético de los edificios podría suponer un ahorro de unos 3.300 millones de euros al año, lo que representaría para España una reducción en las facturas de al menos el 25 por ciento de los gastos corrientes en electricidad, agua y gas, unos 13.145 millones de euros.
En el sector residencial, el Código Técnico de la Edificación obliga a que las nuevas construcciones tengan una clasificación energética mínima de D, lo cual significa un ahorro de energía respecto a construcciones antiguas tipo E de un 23 por ciento, tipo F de un 50 por ciento y más del 50 por ciento si la construcción era tipo G.
Como ejemplo, una familia que rehabilita una vivienda en bloque situada en Murcia capital con una superficie de 90 metros cuadrados de clasificación F, reduciendo su demanda energética hasta obtener un etiquetado D, ahorraría unos 2.907 kWh/año para satisfacer sus necesidades de calefacción y refrigeración, y si además posee radiadores eléctricos para la calefacción y un sistema de aire acondicionado convencional estaría ahorrando unos 350 €/año y evitando unas emisiones de 871 kg CO2/año a la atmósfera.
Según el consejero, "esta guía ayudará a los técnicos a evaluar un edificio según su consumo energético mediante un etiquetado semejante al de los electrodomésticos, según el cual la clase A es para los energéticamente más eficientes y la clase G es para los menos eficientes".
El programa de formación Foro Argem está brindando desde el año 2009 cursos para la certificación energética de edificios en colaboración con entidades que ha permitido la especialización de 365 arquitectos e ingenieros en técnicos certificadores.