Mientras el despegue económico de India se centra en las nuevas tecnologías, el estado de Orissa está llevando a cabo su propia revolución industrial basada en la explotación de los recursos mineros por parte de compañías tanto indias como extranjeras. Las vidas de miles de personas se han visto seriamente afectadas por estos cambios © Johann Rousselot (Signatures) para Amnesty International
Amnistía Internacional ha acusado a la empresa minera Vedanta, registrada en Reino Unido, de intentar "pasar de puntillas" sobre las críticas de su mal historial de derechos humanos en el estado oriental indio de Orissa publicando un informe "vacío y sin sentido" que presenta la versión de la empresa de sus operaciones allí.
Vedanta celebra hoy, 28 de agosto, su junta general anual en Londres, y Amnistía Internacional cree que con el informe Vedanta's Perspective la empresa trata de calmar los temores de los inversores por sus polémicas operaciones en India, que trata de ampliar.
Amnistía Internacional ha respondido con su propio informe, Vedanta's Perspective Uncovered: Policies Cannot Mask Practices, en el que acusa a la empresa de pasar por alto la realidad del impacto del gigante minero sobre los derechos humanos de las comunidades locales de Orissa.
Por ejemplo, Amnistía Internacional denuncia que Vedanta no ha desvelado información pertinente a las comunidades locales, como el efecto de la contaminación que generan las actividades de la empresa, y tampoco ha llevado a cabo consultas públicas significativas.
"Nuestro nuevo informe saca a la luz la inmensa diferencia existente entre las afirmaciones de la empresa y la realidad sobre el terreno", ha dicho Polly Truscott, directora adjunta del Programa Regional para Asia y Oceanía.
"Los nuevos indicios recogidos en las comunidades de Orissa demuestran que los cambios anunciados por Vedanta han tenido en la práctica un efecto positivo real muy limitado sobre los medios de vida, los derechos y otros motivos de preocupación de las comunidades.
"El historial de derechos humanos de Vedanta dista mucho de cumplir las normas internacionales para las empresas. Vedanta se niega a realizar una consulta adecuada con las comunidades afectadas por sus actividades y hace caso omiso de los derechos de los pueblos indígenas.
"Vedanta sostiene que su informe da a conocer públicamente nueva información sobre sus actividades, pero en realidad pasa de puntillas por encima de la mayoría de nuestros hallazgos y tampoco tiene en cuenta las investigaciones de los organismos reguladores de India, ni de autoridades como la Comisión Nacional de Derechos Humanos, que ha investigado las actividades de Vedanta en Orissa."
Para Amnistía Internacional resulta también preocupante que quienes se oponían a las actividades de la empresa hayan sido encarcelados por cargos falsos, lo cual ha disuadido a otras personas de ejercer su derecho a protestar de forma pacífica y expresar libremente sus opiniones.
A Amnistía Internacional le preocupan asimismo los indicios –descubiertos por la investigación que actualmente lleva a cabo la Comisión Nacional de Derechos Humanos de India– de que la policía ha intentado favorecer los intereses de la empresa, tanto formulando falsos cargos como reprimiendo la disidencia.
Además, al menos en dos ocasiones la policía, con la evidente excusa de la presencia de maoístas en la zona, ha hostigado a representantes de medios de comunicación internacionales y organizaciones de derechos humanos y les ha dicho que no viajaran a Lanjigarh y a las colinas de Niyamgiri.
Amnistía Internacional ha analizado los cambios de Vedanta en relación a cuatro criterios basados en el marco y los principios rectores sobre las empresas y los derechos humanos de la ONU, y ha llegado a la conclusión de que la empresa no cumple ninguno de ellos.
"Los indicadores más reveladores y significativos de los progresos de Vedanta en la resolución de problemas de derechos humanos deben basarse en lo que sucede –o no– sobre el terreno en Lanjigarh y Niyamgiri," ha dicho Truscott.
"Según demuestra nuestro análisis detallado, ha habido pocos cambios. Puede que Vedanta esté diciendo todo lo que se supone que debe decir y que haya hecho algunos cambios, pero la realidad es que su nuevo planteamiento sigue siendo vacío y sin sentido. La empresa debe ir mucho más allá para demostrar a sus críticos que este nuevo planteamiento supondrá un cambio. Vedanta debe pasar la prueba de los derechos humanos sobre el terreno, y la presión de los inversores podría ayudar a conseguirlo."
Sobre los informes que apuntan a la posibilidad de que Vedanta tenga que cerrar temporalmente su refinería de Lanjigarh por falta de suministro adecuado de bauxita procedente de otras fuentes, Truscott ha dicho: "Esto puede ser un problema a corto plazo. Lo que en realidad está en juego aquí es el historial de derechos humanos de Vedanta".
Información complementaria:
Durante los últimos cinco años, la empresa Vedanta Resources plc, que figura en el índice del FT de las 100 mayores empresas británicas que cotizan en bolsa, ha tratado de ampliar su refinería de aluminio en Lanjigarh y conseguir autorización para crear una empresa conjunta de extracción de bauxita en las cercanas colinas de Niyamgiri, habitadas por la comunidad indígena dongria kondh.
La investigación de Amnistía Internacional ha demostrado que la refinería de Lanjigarh ha causado una grave contaminación y que los sistemas actuales son insuficientes para erradicar totalmente el problema. La refinería también ha socavado los derechos humanos de las comunidades locales de dalits y adivasis majhi kondh, incluido su derecho al nivel más alto posible de salud, a un entorno saludable, a un nivel de vida adecuado, al agua, a un trabajo digno y a la alimentación.
Vedanta ha quedado reiteradamente en entredicho por no informar a las comunidades locales de los peligros potenciales de su actividad y por hacer caso omiso de los motivos de preocupación de las comunidades, vulnerando los marcos normativos estatales y nacionales. La empresa tampoco ha cumplido normas y principios internacionalmente aceptados sobre la repercusión de las actividades empresariales sobre los derechos humanos.
Las críticas de Amnistía Internacional han hecho que Vedanta cambie su planteamiento de la gestión de los riesgos y las consecuencias que sus actividades tienen en su reputación, todo lo cual expone en su informe Vedanta's Perspective. La empresa ha designado un director de Sostenibilidad, ha encargado estudios, ha creado un marco de sostenibilidad, ha adaptado sus estructuras de gobernanza y ha elaborado un compromiso explícito de derechos humanos como parte de su Código de Conducta Empresarial.
El análisis de Amnistía Internacional del efecto real de los cambios está formulado en torno al marco y los principios rectores sobre las empresas y los derechos humanos, adoptado por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
A partir de estos principios rectores, Amnistía Internacional desarrolló cuatro criterios respecto a los que juzgó las propuestas de Vedanta, que:
• Deben basarse en una comprensión adecuada de lo que se necesita para cumplir las normas internacionales de derechos humanos;
• Deben abordar la necesidad de remediar los abusos actuales;
• No deben ser objeto de negociación a cambio de otras políticas
• Su aplicación debe ir acompañada de una adecuada rendición de cuen